Asalto frontal

El silencio se rompió con un estallido de disparos simultáneos. Desde las posiciones atrincheradas, los fusiles de asalto japoneses escupieron ráfagas precisas hacia las figuras que comenzaban a moverse entre la maleza. La respuesta rusa fue inmediata y contundente. La sección de ametralladoras PKM, emplazada estratégicamente, barrió la colina con una cortina de fuego denso, obligando a los defensores a agacharse. Simultáneamente, los speznats, que se habían mantenido en una posición de retaguardia, lanzaron granadas de humo. Una espesa niebla grisácea comenzó a extenderse, ocultando el avance de los pelotones rusos que se acercaban con cautela a las líneas enemigas. El bosque se convirtió en un laberinto de disparos, gritos y de ramas rotas. El combate fue brutal y a corta distancia. Los soldados rusos, impulsados por la determinación de rescatar a sus compañeros, avanzaban con ferocidad, aprovechando la cobertura del humo y el fuego de las ametralladoras. Dos secciones ja...