Capítulo III: El carro de municiones
El sargento Perry avanzó por el camino en busca del carro de municiónes del batallón. No estaba solo, los españoles estaban patrullando el camino, con lo que el combate no tardaría. ......... Tras recobrar el conocimiento, aturdido, el sargento Perry se incorporó. Ya no quedaba ningún enemigo a la vista. Vio su shako en el suelo, en ese momento noto su cabeza mojada. Instintivamente tocó su cabeza, la sangre brotaba levemente de ella. No había rastro del enemigo,y el carro de municiones también había desaparecido. Avanzó hasta el camino donde vio los cadáveres de sus hombres, sin botas, sin mosquetes' sin nada de valor. Los españoles habían cogido el carro de munición y todo lo de valor que pudieron encontrar y habían huido. Aunque la victoria les había costado cara dos hombres habían caído....se puso en marcha hacia el campamento Británico. ------------- Bajas : Milicia Española; Miliciano Padre Jacobo Ejército Británico; 3 Soldados PX. Sgt.